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Ahora que hemos platicado sobre cada periodo de la evolución de la música clásica es pertinente hacer un repaso comparando cada periodo, pero he pensado que sería interesante no comparar sólo piezas musicales de cada periodo sino también hacer una comparación entre otras obras artísticas: pinturas y obras de arquitectura. Me ha parecido interesante hacer la comparación de esta manera ya que los periodos que hemos platicado hasta ahora son periodos y tendencias que se experimentaron en todos los aspectos de las artes, la cultura y el pensamiento, no sólo en la música. La arquitectura es un buen elemento de comparación ya que es sin duda la más funcional de las artes, las construcciones no son meras esculturas, se habitan y sirven para propósitos específicos. Por otro lado la pintura es quizá una de las artes más libres, limitada solamente por la imaginación y creatividad de su autor, perenne desde su creación y valiosa incluso en reproducción.
De cada periodo presentaré entonces una pintura, una obra arquitectónica y una pieza musical. En el caso del Impresionismo no he puesto ninguna obra arquitectónica ya que esta corriente no tuvo influencia relevante en la arquitectura. He tratado de elegir piezas y obras que representen los contrastes entre periodos pero es evidente que resultaría imposible representar un periodo con tan sólo una pieza u obra. Veamos pues si la comparación meramente sensorial nos ayuda a distinguir las diferencias y contrastes entre estos periodos.
Barroco (1600 – 1750)
Adagio del Concierto para dos claves en do menor, BWV 1060 de Bach:
Periodo clásico (1750 – 1820)
Lacrimosa de la Misa de Réquiem en re menor, K. 626w de Mozart:
Romanticismo (1820 – 1900)
Dies Irae de la Misa de Requiem de Verdi:
Impresionismo (1880 – 1920)
Deux arabesques de Claude Debussy:
Modernismo (1900 – 1985)
Fragmentos de Pierrot Lunaire de Schoenberg:
Postmodernismo (1945 a la fecha)
Mad Rush de Philip Glass: