Uno de los objetos más preciados de mi niñez y adolescencia que aún conservo como un recuerdo fue un diccionario “Pequeño Larousse Ilustrado” que de pequeño no tiene nada porque es un libro más bien grande. Algo tan sencillo que me compraron mis padres tuvo una gran influencia en la persona que soy hoy seguramente sin que ellos lo sospecharan, descubrí que ese libro a diferencia de otros libros era una poderosa herramienta que de forma muy sencilla me proporcionaba conocimiento que la mayoría de la gente no tenía. En aquel tiempo siempre, siempre, siempre que encontraba una palabra desconocida la buscaba en el diccionario, me fascinaba la velocidad con la que podía pasar de un estado de ignorancia en cierto tema a un estado de conocimiento suficiente para sentirme cómodo usando cierta palabra, hablando de cierto país o ciudad o citando anécdotas de personajes históricos. Ese diccionario es del tipo que hacen las veces de enciclopedia y que cuentan con mapas, gráficos y secciones especiales para personajes y lugares geográficos. El uso de ese conjunto de hojas de papel y tinta me puso en un lugar privilegiado en muchas ocasiones debido al conocimiento adquirido y, aunque suene a que era un super nerd en la secundaria, cuando mis compañeros no conocían una palabra adivinen a quien le preguntaban. Y claro para ese entonces ya no solo contaba con mi diccionario sino con una herramienta oscura y esotérica que casi nadie usaba a principios y mediados de los 90s, el internet.
Creo que las personas somos una combinación de nuestra genética (temperamento) y el ambiente que nos rodea (carácter), y en este caso además de contar con las herramientas hay otro factor que me hace ser como soy: curiosidad. Soy una persona curiosa, así nací, constantemente me hago preguntas cuyas respuestas deseo buscar. Muchos temas me interesan lo que me ha llevado a leer libros, artículos y ensayos de la más variada colección del entendimiento humano. Cuando entré a la universidad, en aquellos tiempos lejanos de cambio de milenio cuando aún se usaban los libros impresos en papel, solía pasearme por la biblioteca buscando libros para leer y mi criterio de selección era simple: vagaba por los pasillos, por todas las secciones y por todos los temas y cuando algún libro me llamaba la atención lo sacaba prestado para leerlo, y así cada semana. Leí en ese tiempo muchas novelas, libros de matemáticas, física teórica, historia, geografía, ensayos de arte, diseño, etc. Quienes me conocen en persona saben que soy un gran platicador y si han compartido licor en mi sala en la madrugada antes del amanecer saben que cualquier tema puede surgir. Con la mayoría de la gente que me presentan puedo platicar por que es muy posible que sepa algo de su profesión o antecedentes.
Habiendo puesto las cosas en contexto imaginarán que el internet y herramientas tan maravillosas como Wikipedia son mi nueva herramienta de búsqueda y consulta constante de todo tipo de temas. Puedo decir sin dudarlo que he aprendido más cosas en el internet de las que me pudieron haber enseñado en cualquier escuela. Cada cosa que me pasa por la mente trato de buscarla y consultarla, si al ver televisión escucho algo que me interesa tomo el iPad que descansa en el buró junta a nuestra cama y voilà! aprendí algo nuevo. Pueden ser temas actuales o históricos, serios o de entretenimiento, cualquier cosa. Para que se den una idea estas son las dos últimas cosas que busqué: ¿por que las gotas de lluvia tienen distintos tamaños? [respuesta], ¿por que el metal hace ruido al hervir agua? [respuesta] Y resulta que ambas preguntas tenían una respuesta científica que no me hubiera imaginado.
Un aspecto importante a resaltar es que todas las búsquedas que hago en internet las hago en inglés, la mayoría del internet esta en inglés así que la posibilidad de encontrar respuestas es inmensamente mayor, aunque mucha gente no lo quiera aceptar el inglés es la lingua franca del internet y en general de todas las ciencias y tecnología.
Ni siquiera se requiere de una computadora para acceder a la base de conocimiento más grande que hemos creado, el internet, solo se requiere por lo menos de un teléfono móvil y en cualquier momento, en cualquier lugar podemos conseguir respuestas a nuestras dudas.
Con tantas herramientas tan poderosas a nuestro alcance no entiendo por que sigue habiendo tanta gente tan ignorante, y no me refiero a personas que quizá por escasos recursos no recibieron educación y no tienen acceso a internet y no saben ni como usar una computadora, ellos tienen una razón, me refiero a esa gente de clase media y alta que si recibió educación, que si tienen acceso a todas estas herramientas pero que no las usan. Es increíble cuanta gente sigue dependiendo de que alguien más les de las respuestas, siguen confiando más en la capacidad intelectual de los demás que en la propia. Seguramente fueron de esos que copiaban en los exámenes de la escuela porque confiaban más en las respuestas del otro. ¿Por que tanta gente sigue haciendo preguntas que con una búsqueda rápida en Google podrían resolver?. ¿Por que si desconocen una palabra en un texto prefieren quedarse con la dudad que invertir un minuto o menos en buscarla y comprender el significado?. ¿Por que tanta gente ignora cosas básicas, cotidianas y de cultura general?
Vivimos en el tiempo en que no hay pretexto para la ignorancia… los ignorantes de hoy no son solo ignorantes, son flojos.