Ultimamente me ha causado algo de risa un anuncio en la televisión de cierto partido político en el que un padre se queja de las cuotas que debe pagar en la escuela de sus hijos. La queja se realiza diciendo que pareciera que sus hijos asisten a escuela de paga. Es aquí donde me gana la risa ya que todas, absolutamente todas las escuelas son de paga, algunas están subsidiadas por el gobierno (públicas) y otras no (privadas) pero absolutamente todas requieren que alguien pague.

Esto me lleva a un tema que he reflexionado mucho y que es raíz de muchos de los problemas que tenemos en México, la noción equívoca de mucha gente de que hay cosas gratuitas. Yo les preguntaría a esas personas de donde piensan que salió el pavimento de la calle, las banquetas, el alumbrado público, el agua corriente, los camellones, los parques, los semáforos, el alumbrado público, et cetera. Con solo mirar a nuestro alrededor podemos darnos cuenta de la gran cantidad de cosas que hemos pagado con nuestros impuestos. Es verdad que en el país hay impuesto a la renta (ISR, IETU, et cetera) y al consumo (IVA) por lo que todos pagamos impuestos por lo menos sobre algunas de las cosas que consumimos, sin embargo una gran cantidad de mexicanos trabajan en la economía informal, es decir, mientras algunos pagan impuestos sobre sus ingresos muchos otros no lo hacen, y generalmente esos son quienes más se quejan de los servicios públicos siendo los que menos aportan.

Nada es gratis, si deseamos servicios de primera debemos lograr una recaudación de impuestos de primera, no en vano los países que mejores servicios públicos tienen en el mundo son los paises con los mayores impuestos y la recaudación más efectiva y eficiente.

Aquí el gobierno tiene su parte de responsabilidad en cuanto a la eficiencia (o falta de ella) con que se recaudan y aplican los recursos, sin embargo la salida más fácil es culpar al gobierno. No debemos ignorar nuestra responsabilidad tanto para aportar como para exigir (que también es una responsabilidad).

Pero la realidad es que la mayoría seguira esperando a que el gobierno les “regale” las cosas.